Las Playas de Arena Negra de Vik – Un Paisaje Dramático que nos Inspira

Hoy vamos a hacer un viaje a uno de los lugares más fascinantes de Islandia, al menos para mí. El lugar que visitaremos no es que sea enorme, pero la belleza que tiene lo hace tremendamente especial. ¿Alguna vez has oído hablar de playas de arena negra? Si no lo has hecho, prepárate para descubrir una maravilla. El artículo de hoy trata sobre las playas de arena negra de Vik.

Vík es una pequeña ciudad al sur de Islandia, a unos 180 km de Reikiavik, la capital de Islandia. El nombre completo de la ciudad es Vík í Mýrdal (si pensabas que iba a ser tan simple como Vík, pues se siente. Ya sabes… el islandés). Es el pueblo más meridional de Islandia, ¡y eso es una ventaja! Muchos islandeses dicen que la localización en la que están les proporciona un clima más suave y más cálido en comparación con otras ciudades de todo el país. Todo lo cálido que una isla que está cerca del Círculo Polar Ártico pueda ser, claro. Démonos un paseo por sus playas que son únicas.

Playas de arena negra de Vik – ¿Por qué son negras?

Aunque lo parezca, no es una pregunta estúpida. La mayoría estamos acostumbrados a la arena de color beige o a lo sumo blanca. Cuando pensamos en un paraíso idílico, en playas paradisiacas, muchas personas piensan en una arena blanca en una playa en medio del Caribe. Entonces, una playa de arena negra puede, por supuesto, ser impactante, pero la razón detrás es bastante simple. La arena es el resultado de la erosión de rocas y acantilados cerca de la costa durante un período de miles de años. Dependiendo del tipo de piedras, la arena tendrá un color particular. En el caso de Islandia, la tierra tiene un origen volcánico. Eso significa que la lava expulsada por varios volcanes se solidificó formando esta isla en el Atlántico Norte. Y como la mayoría sabemos, cuando la lava se convierte en roca, tiene un color negro oscuro. Y es precisamente por eso que la arena es negra y no blanca.

Playas de arena negra de Vik – ¿Qué debo visitar?

En Islandia, nada es común y corriente. Por lo tanto, no solo vale la pena mirar el color de la arena, sino más bien todo el entorno. Deberías visitar Reynisfjara, la que muchos consideran una de las playas de arena negra más bellas del mundo. Las vistas son increíbles debido a la luz del sol y el color de la playa. La iluminación aquí es muy dramática, te encantará. El color de la arena no es lo único que te llamará la atención. Al fondo de la playa, verás algunas columnas de basalto impresionantes llamadas Gardar. Son enormes, algunas llegan a medir 340 metros de altura. Eso sí, ¡Cuidado con los troles!

Si la playa de arena negra no era suficiente y las columnas de basalto tampoco, entonces hay otra sorpresa. Mira hacia el mar, allí verás una formación de basalto llamada Reynisdrangar. Cuenta una leyenda local que estos pilares solían ser troles que se convirtieron en piedra, ya que no pudieron llegar a la orilla antes del amanecer. Y, por último, también puedes visitar Dyrholaey, un hermoso arco que se creó mediante la acción erosiva del mar con los acantilados. Las vistas desde los acantilados son impresionantes, y si vienes durante el verano, entonces podrás ver a los simpáticos frailecillos en sus nidos.

Belleza altamente peligrosa

La playa de Reynisfjara es indudablemente hermosa pero también mortal. Cuando visites la playa, sigue las instrucciones de las numerosas señales de advertencia que encontrarás a lo largo de la costa. Mantén una distancia prudente con el área donde rompen las olas.

Las corrientes en este área son muy intensas, y una ola inesperada puede arrastrarte al mar en cualquier momento, incluso en un día no tormentoso. Y no es exageración, muchos turistas mueren cada año por no seguir estas reglas. Las olas no siempre son enormes, pero son extremadamente poderosas, y es por eso que muchas personas se confían demasiado y no creen que esas pequeñas marejadas puedan hacer tanto daño. Queremos que disfrutes de Islandia y esta hermosa playa, así que hazlo de forma segura.

Johanna, Islandia24 © Todos los derechos reservados