¡Bienvenidos a una entrega más sobre los santas islandeses! hoy conoceremos al nada sigiloso Hurdaskellir.

Hurdaskellir

Hurdaskellir o lo que es lo mismo, “el que pega portazos”, es un percusionista frustrado, fuerte y bullicioso. Le gusta arrastrarse al amparo de la oscuridad y basicamente perturbarla. Quienes han notado su presencia, que no es díficil, siempre comentan su manía de tirar las puertas. Así que el 18 de diciembre preparate para más de un portazo. Este santa es lo que coloquialmente se conoce como un elefante en una cacharrería.

Es tan silencioso como un ratón y muy frecuentemente cierra las puertas tan fuerte como puede, sólo por el gusto de hacerlo. Es algo totalmente intencionado. Y no, no lo hace durante el día cuando aún hay luz y la gente está despierta, qué va, espera pacientemente a que todos estén dormidos para comenzar con su nada agradable serenata a base de pegar portazos.

Hurðaskellir - Santa Islandés (18 de Diciembre)

A menudo va de puerta en puerta, golpeando una a tras otra, parándose sólo para disfrutar de los chirridos y crujidos de las viejas bisagras, sin engrasar. Esto, como puedes imaginar, no es del todo agradable cuando llega la media noche y se despierta la familia que habita la casa donde este granuja hace de las suyas.

Hurdaskellir es el más jovencito de todos los Santas Islandeses y se toma su misión muy en serio. Es uno de los Santas favoritos de los niños islandeses, muchos imitan a su particular héroe (en detrimento de la salud mental de nosotros sus padres…). Ahora, ya que decimos lo malo, vamos a decir lo bueno. Es el único de los hermanos de navidad que no está obsesionado con meterse algo en la barriga. Y para uno que no sale zampón, nos toca que le gusten los ruidos atronadores…¡En fin!

Juan, Islandia24
Diciembre del 2015