Crecer en un país cuyo apodo es «La Tierra de Fuego y Hielo» genera cierta mentalidad y forma de afrontar la vida. Islandia es un país lleno de contradicciones. Esta pequeña isla volcánica es uno de los trozos de tierra más jóvenes del planeta, pero tiene la formas más antigua de democracia. Islandia es el hogar de algunos de los volcanes más violentos del hemisferio norte, pero el paisaje es conocido por ser tranquilo y sereno para aquellos turistas que quieren «alejarse de todo».

Disfrutando del paisaje con filosofia þetta reddast

El nombre en sí, Islandia, es una contradicción. Si bien Islandia es fría, no tiene tanta nieve como se podría pensar. Las estadísticas sobre el país proporcionan los contrastes más crudos. Islandia entró en un declive económico absoluto hace tan solo diez años, tiene uno de los inviernos más duros del mundo (en relación a la luz diurna), sin embargo, ocupa el 4º lugar en la escala internacional de felicidad. Esta información inevitablemente lleva a los lectores a la misma pregunta: ¿cómo? Creo que la pista más importante para responder a este suceso es examinar nuestra mentalidad y la mentalidad islandesa.

Primero, debemos viajar al pasado. Bastante atrás. Como más de 1000 años para obtener una mejor idea o conocimiento del funcionamiento interno del islandés medio y su filosofía de vida. Debemos examinar un poco la historia para comprender cómo ha afectado al presente. El primer asentamiento registrado en Islandia fue alrededor del 870 d. Históricamente, la vida hasta hace muy poco ha sido difícil para la mayoría de los seres humanos. Muchos, como yo, tienen un pequeño ataque cardíaco cuando no pueden conectarse al WiFi… imaginar cómo era la vida en ese entonces es complicado. Si además le sumamos un entorno inestable, climas severos y volcanes a la ecuación, es un milagro que sobrevivieran y terminaran poblando la isla.

Hombre sujetando la bandera de Islandia, una nación con una forma peculiar de ver la vida

Thetta reddast

Si bien los volcanes pueden ser estéticamente bonitos, a menudo hacen la vida un poco más complicada, e Islandia está llena de ellos, muchos siguen activos. El año 1783 marcó el inicio de las erupciones volcánicas más famosas y que durarían unos cinco meses. Las consecuencias de las erupciones se llamaron «Móðuharðindin» o «La neblina adversa». Entorno a un 20-25 % de la población murió debido a la hambruna, y también murieron cantidades ingentes de ganado.

Cataclismos como estos fueron pocos y espaciados en el tiempo, pero, la vida fue (y con frecuencia sigue siendo) difícil. Los islandeses seguimos siendo personas de buen carácter que tienen un gran sentido del humor y que están muy contentos con la vida. Para combatir las circunstancias de nuestro entorno, casi la mitad de los islandeses han adoptado la frase «þedetta reddast» como un mantra y máxima personal.

þetta reddast es una frase simple y discreta. Se traduce aproximadamente a «todo se solucionará al final». La frase puede ser simple, pero conlleva un gran significado. Es una máxima fácil de aplicar y ayuda a mejorar la calidad de vida. Al aceptar que «todo saldrá bien al final», también hace aceptar el hecho de que ciertas cosas están fuera de nuestro control. Imagina que eres un islandés a finales de 1700 y ves un volcán en erupción en la distancia. ¿Qué vas a hacer? Por supuesto, puedes alejarte todo lo que te sea posible, pero ¿vale la pena enfadarse? Realmente no. ¿Vale la pena estar imaginando todas las cosas que vas a perder, o es mejor apreciar las cosas que tienes en su lugar?

Estas preguntas retóricas pueden parecer fantasiosas, pero se aplican incluso en un contexto moderno. Al aceptar que las cosas a menudo están fuera de nuestro control, y también, que las cosas generalmente terminan saliendo bien, ganas una gran sensación de libertad. Es difícil vivir dentro del paradigma de esta máxima todos los días. La interconexión, las nuevas tecnologías y la globalización proporcionan a las personas más y más distracciones y, por lo tanto, más cosas de las que preocuparse. Así que tratamos de vivir el momento.

No preocuparnos tanto por los desafíos y problemas que están fuera de nuestro control. Esto nos permite enfocarnos en los aspectos de la vida que nos hacen felices. Para mí, no es de extrañar que Islandia sea la cuarta en el índice de felicidad. Una vez que comienzas a aplicar þetta reddast a tu vida, te vuelves mucho más relajado. ¡Deberíamos ser los primeros de la lista!

þetta reddast es una frase llena de positivismo y esperanza

La perspectiva de Islandia sobre la vida – Thetta reddast

Entonces, si te encuentras abrumado por la vida, imagina ser un islandés medieval por un momento. No tenían calefacción, ni electricidad y solo unas pocas horas de luz solar en el invierno. Las temperaturas muy por debajo del punto de congelación durante todo la estación fria y los volcanes acechando. Tus problemas pueden no ser tan mortalmente graves, pero siguen siendo importantes, lo entendemos. Aún así, tómate un momento y piensa en la frase þetta reddast y lo que significa. Solo confía en que todo saldrá bien al final, y generalmente suele ser así. Hay una razón por la que nuestra gente ha sobrevivido tanto tiempo en la adversidad. En condiciones tan duras como las que nos rodean siempre tenemos la confianza de que todo irá bien, y mira por donde, suele ser así.

Johanna, Islandia24  © Todos los derechos reservados