Islandia, conocida como la tierra del fuego y el hielo, alberga algunos de los paisajes naturales más impresionantes del mundo, entre los cuales destacan sus espectaculares cascadas.
Estas maravillas naturales ofrecen una variedad de escenarios que van desde caídas de agua vertiginosas hasta serenos chorros que atraviesan paisajes de ensueño.
Tabla de contenidos
Seljalandsfoss
Una de las cascadas más emblemáticas de Islandia, Seljalandsfoss destaca por su caída de 60 metros de altura. Lo que la hace única es la posibilidad de caminar detrás de su cortina de agua, ofreciendo vistas y perspectivas espectaculares.
Ubicada cerca de la Ring Road, en el sur de Islandia, es accesible y ofrece un espectáculo impresionante, especialmente al atardecer. Aunque muy visitada, su belleza natural y el entorno idílico la convierten en una parada obligatoria para cualquier viajero.
Skogafoss
Esta majestuosa cascada es una de las más grandes de Islandia, con una anchura de 25 metros y una caída de 60 metros. Skogafoss se encuentra en el sur de Islandia, al final del río Skógá. Es conocida por los impresionantes arcoíris que se pueden observar en días soleados debido a la cantidad de spray que produce la caída.
Además, una leyenda local cuenta que tras la cascada se esconde un tesoro dejado por los vikingos. La cascada es también un punto de partida para varios senderos de trekking, lo que la hace popular entre los aventureros.
Dettifoss
Conocida por ser la cascada más caudalosa de Europa, Dettifoss impresiona con su enorme caudal y la fuerza bruta de la naturaleza. Ubicada en el noreste de Islandia, dentro del Parque Nacional Vatnajökull, esta imponente cascada tiene una anchura de 100 metros y una caída de 44 metros.
El rugido del agua es ensordecedor y el paisaje que la rodea, desolado y poderoso, refleja la fuerza indomable de Islandia. La vista desde el lado este ofrece la experiencia más intensa y cercana.
Godafoss
La Cascada de los Dioses, Godafoss, es una de las más espectaculares de Islandia, ubicada en el norte del país. Con una caída de 12 metros y una anchura de 30 metros, esta cascada impresiona no solo por su tamaño, sino también por su belleza y la leyenda que lleva su nombre, que cuenta cómo Islandia se convirtió al cristianismo y los antiguos ídolos paganos fueron arrojados a sus aguas.
Es fácilmente accesible y ofrece distintos puntos de vista desde ambos lados del río Skjálfandafljót.
Aldeyjarfoss
Aldeyjarfoss, situada en el norte de Islandia, es conocida por sus impresionantes columnas de basalto que enmarcan la cascada, creando un contraste dramático con el agua blanca que cae. La cascada tiene una caída de 20 metros y se encuentra dentro del cañón del río Skjálfandafljót.
Aunque menos conocida que otras cascadas islandesas, su singular belleza la convierte en una visita obligada para los amantes de la naturaleza y la fotografía. El acceso puede ser más complicado, especialmente en invierno, pero la vista es inolvidable.
Barnafoss
Barnafoss, que significa «la cascada de los niños», lleva un nombre con una trágica leyenda detrás. Ubicada en el oeste de Islandia, cerca de Hraunfossar, esta cascada no es tan alta como otras, pero su historia y el azul vibrante de sus aguas la hacen única.
La leyenda cuenta la trágica historia de dos niños que cayeron a las aguas y se ahogaron, lo que llevó a la destrucción de un puente natural que existía sobre la cascada. Barnafoss atrae por su misterio y belleza natural.
Bruarfoss
Bruarfoss se distingue por sus impresionantes aguas de color azul turquesa, que la han apodado la «Cascada Azul» de Islandia. Aunque no es la más grande, su belleza reside en el intenso color y la serenidad del entorno. Se encuentra en el Círculo Dorado, cerca de Laugarvatn.
El acceso se ha restringido recientemente, convirtiéndola en una joya menos visitada. Los visitantes deben ahora caminar aproximadamente 3.5 kilómetros desde el estacionamiento oficial para admirar su belleza, lo que garantiza una experiencia más íntima y tranquila.
Dynjandi
Dynjandi, también conocida como el «Velo de la Novia», es una de las cascadas más impresionantes de Islandia, ubicada en los Fiordos del Oeste. Esta cascada es en realidad una serie de cascadas que juntas suman una caída total de 100 metros, siendo la más grande en la parte superior.
Su forma única y la magnitud de agua que desciende por las rocas escalonadas crean un espectáculo natural inolvidable. El acceso a Dynjandi implica una caminata corta, pero el sendero ofrece vistas panorámicas de los fiordos y de las cascadas menores que preceden a la principal.
Gljúfrabúi
Gljúfrabúi es una de las joyas ocultas de Islandia, situada cerca de su hermana más famosa, Seljalandsfoss. Esta «Cascada Secreta» se esconde detrás de una grieta en la montaña, lo que la hace menos visible y visitada. Aunque solo mide 40 metros, el encanto de Gljúfrabúi radica en su ubicación secreta y la posibilidad de caminar detrás de su cortina de agua.
Los visitantes deben estar preparados para mojarse los pies al cruzar el arroyo para entrar a la cueva que alberga esta maravillosa cascada.
Gullfoss
Gullfoss, conocida como la «Cascada Dorada», es una de las joyas naturales de Islandia y un emblema del Círculo Dorado. Esta impresionante cascada cae en dos etapas, creando un espectáculo visual impresionante, especialmente cuando el sol ilumina las aguas vaporosas, dando lugar a su nombre.
Ubicada en el cauce del río Hvítá, Gullfoss no solo es admirada por su belleza, sino también por la energía que desprende. A pesar de los intentos pasados de utilizarla para generar electricidad, hoy permanece intacta, ofreciendo a los visitantes una vista inolvidable.
Glymur
Glymur, con una caída de 198 metros, fue considerada la cascada más alta de Islandia hasta que se descubrieron otras más altas en regiones remotas. Sin embargo, sigue siendo una de las más impresionantes y es un destino popular para los amantes del senderismo.
La caminata hacia Glymur es una aventura en sí misma, involucrando pasos por cuevas y cruces de ríos. La recompensa es una vista espectacular de la cascada y su entorno, un paisaje pintoresco de acantilados y vegetación verde que encapsula la majestuosidad de la naturaleza islandesa.
Haifoss
Haifoss se sitúa entre las cascadas más altas de Islandia, con una impresionante caída de 122 metros. Localizada cerca del volcán Hekla, en el sur de Islandia, esta cascada es menos accesible que otras, pero ofrece un espectáculo natural impresionante para aquellos dispuestos a hacer el viaje.
La vista de Haifoss, con el río Fossá cayendo por un estrecho cañón, es simplemente espectacular. A menudo acompañada por su vecina más pequeña, Granni, Haifoss representa la belleza salvaje y sin adulterar de la naturaleza islandesa.
Hengifoss
Hengifoss es notable no solo por su altura, con una impresionante caída de 128 metros, sino también por el colorido telón de fondo de capas de roca sedimentaria roja y negra, testimonio de erupciones volcánicas milenarias. Esta cascada, una de las más altas de Islandia, ofrece una caminata gratificante que permite a los visitantes admirar de cerca las distintas capas geológicas.
La caminata hacia Hengifoss, aunque algo exigente, es una experiencia enriquecedora que ofrece vistas panorámicas del valle circundante y de la vecina cascada Litlanesfoss, famosa por sus columnas de basalto.
Hrafnabjargafoss
Hrafnabjargafoss es una joya escondida en el paisaje islandés, situada en el río Skjálfandafljót. Aunque menos conocida que otras cascadas de Islandia, su belleza es igualmente impresionante. Rodeada de impresionantes formaciones rocosas y paisajes vírgenes, esta cascada ofrece una experiencia más tranquila y aislada.
La fuerza del agua y el entorno natural hacen de Hrafnabjargafoss un lugar mágico, ideal para aquellos que buscan la belleza serena y sin alterar de la naturaleza islandesa.
Hraunfossar
Hraunfossar, a diferencia de las cascadas típicas, es un conjunto de manantiales que brotan a través de un campo de lava, creando una serie de cascadas pequeñas pero extensas que fluyen hacia el río Hvítá. Esta característica única crea un efecto visual impresionante, con el agua cristalina serpenteando a través del negro basalto.
La tranquilidad y la belleza etérea de Hraunfossar la convierten en una de las cascadas más fotogénicas y visitadas de Islandia, ofreciendo a los visitantes una perspectiva única sobre cómo el agua y la lava interactúan en el paisaje volcánico islandés.
Kirkjufellsfoss
Kirkjufellsfoss es una encantadora cascada situada en la península de Snæfellsnes, famosa por su pintoresca ubicación frente al monte Kirkjufell, una de las montañas más fotografiadas de Islandia. Aunque no es muy alta, la belleza de Kirkjufellsfoss radica en su entorno y la forma en que el agua fluye en dos niveles, creando un contraste perfecto con la montaña de fondo.
Este lugar es especialmente popular entre los fotógrafos, especialmente durante el atardecer o bajo la luz de la aurora boreal, ofreciendo una de las vistas más emblemáticas de Islandia.
Kvernufoss
Kvernufoss es una hermosa y relativamente oculta cascada en el sur de Islandia, situada cerca de Skógafoss en el cañón Kvernugil. Esta cascada de 30 metros ofrece una experiencia más íntima y menos concurrida que sus vecinas más famosas.
Lo especial de Kvernufoss es la posibilidad de caminar detrás de la cortina de agua, ofreciendo una perspectiva única y una sensación de estar en un mundo aparte. Rodeada de acantilados de basalto y vegetación verde, Kvernufoss es un tesoro escondido que vale la pena explorar.
Morsárfoss
Morsárfoss es relativamente nueva en el panorama de las cascadas islandesas, descubierta en 2007 como resultado del retroceso de los glaciares. Se encuentra en el área del glaciar Morsárjökull, una extensión del Vatnajökull, el glaciar más grande de Europa.
Aunque el acceso es desafiante y requiere una caminata extensa, Morsárfoss ha ganado atención por ser una de las cascadas más altas de Islandia, con caídas estimadas en más de 240 metros. Su ubicación remota y el entorno glacial ofrecen una experiencia única para los aventureros y amantes de la naturaleza.
Nauthúsafoss
Nauthúsafoss es una de las joyas menos conocidas de Islandia, ofreciendo una belleza natural apartada de las rutas turísticas habituales. Esta cascada, aún no tan explorada por la mayoría de los visitantes, se caracteriza por su entorno salvaje y su atmósfera tranquila.
La caída de agua en este lugar es impresionante, rodeada de escarpados acantilados y una naturaleza prácticamente intacta. Nauthúsafoss es el destino perfecto para aquellos que buscan la serenidad de los paisajes islandeses lejos de las multitudes, proporcionando una experiencia única y personal con la naturaleza.
Öxarárfoss
Öxarárfoss es una cascada situada en el Parque Nacional Þingvellir, un sitio de gran importancia histórica y geológica para Islandia. Esta cascada fluye desde el río Öxará, cayendo sobre las formaciones rocosas del antiguo campo de lava.
Lo que hace especial a Öxarárfoss no es solo su belleza natural, sino también su ubicación en el corazón de la falla tectónica que divide las placas norteamericana y euroasiática. La accesibilidad y la impresionante geología circundante hacen de Öxarárfoss una parada obligatoria para cualquier visitante del Parque Nacional Þingvellir.
Sellfoss
Sellfoss es menos conocida en comparación con otras cascadas islandesas, pero no por ello menos impresionante. A menudo eclipsada por sus vecinas más famosas, Sellfoss ofrece una experiencia más tranquila y contemplativa.
La cascada se caracteriza por su flujo sereno y el paisaje verde y pacífico que la rodea. Ideal para aquellos que buscan un momento de paz lejos de los sitios más concurridos, Sellfoss invita a los visitantes a disfrutar de la sutil belleza y la tranquilidad de la naturaleza islandesa.
Svartifoss
Svartifoss, también conocida como la «Cascada Negra», es una de las cascadas más singulares y fotografiadas de Islandia, ubicada en el Parque Nacional Skaftafell. Esta famosa cascada es conocida por sus impresionantes columnas de basalto hexagonales que enmarcan la caída del agua, inspirando el diseño de la famosa iglesia Hallgrímskirkja en Reikiavik.
La caminata para llegar a Svartifoss atraviesa un paisaje espectacular, ofreciendo vistas de glaciares, montañas y campos de lava. La combinación de la caída de agua con las formaciones rocosas de basalto crea un espectáculo natural verdaderamente mágico.
En resumen, las cascadas de Islandia son un testimonio de la fuerza y belleza de la naturaleza. Desde la imponente Dettifoss hasta la accesible Seljalandsfoss, cada una ofrece una experiencia única.
Planifica tu viaje, respeta el entorno natural y prepárate para ser testigo de algunos de los espectáculos naturales más impresionantes del planeta. Islandia te espera con sus brazos abiertos y sus cascadas listas para cortar la respiración. ¡No dejes pasar la oportunidad de explorar estas maravillas naturales!