Los Hombrecillos de la Navidad (jólasveinar) ya están llegando a Islandia. Directamente desde las montañas, cada uno de los 13 “Papás Noeles” islandeses ya han comenzado a bajar para entregarles sus regalos a los niños. El primero de ellos llega cada año el 11 de diciembre por la noche.

Llevan bolsas llenas de regalos que durante estos días irán dejando en los zapatos de los más pequeños de Islandia. Los que se hayan portado mal recibirán, en cambio, una patata podrida.

Los jólasveinar son hijos de la trol Grýla y su marido Leppalúdi, o Andrajoso, un matrimonio que vivía en las montañas y se comía a los niños malos. Asimismo tenían un gato, llamado el Gato de Navidad, que también se comía a los más desobedientes.

Los 13 Hombrecillos hijos de troles volverán a las montañas uno por uno y día a día después de la Navidad. El último lo hará el 6 de enero, Día de Reyes en España.

En Islandia24 os mostraremos cada uno de estos divertidos personajes, a la mañana siguiente de su llegada (tal y como marca la tradición Islandesa).

Stekkjarstaur
12 de Diciembre

El primero en llegar a las granjas, pueblos y ciudades es Stekkjarstaur, el que asusta a las ovejas. Su principal característica es su desgarbada forma de caminar debido a la rigidez en sus piernas. Él es probablemente uno de los hermanos mayores. El pobre sufre un poco de reuma por eso camina de forma especial.

Él toma su nombre de su vieja costumbre de colarse en el establo de las ovejas. Y esto es debido a que está muy sediento después de su largo viaje desde las montañas. Una vez allí él intenta mamar de las ovejas pero no puede porque su rigidez y reuma no se lo permiten.

Ahora bien, es dudoso que las ovejas produzcan demasiada leche a mediados de Diciembre, lo que sugiere que su coeficiente intelectual sería menor de tres cifras, ¡pobrecito!

Afortunadamente, en las casas de una ciudad moderna estos días no tiene que doblar el espinazo, y él es muy feliz al poder simplemente coger un vaso de leche de la nevera.

«Stekkjarstaur, al igual que sus hermanos, deja un juguete pequeño, un pedazo de fruta o algún dulce en el zapato de cada niño a menos que el niño ha sido malo, en cuyo caso todo lo que él recibe es una papatata!”

¡No olvidéis dejar el vaso de leche!

Juan, Islandia24