Rutas en Islandia como la de Javier, se convierten en verdadera referencia y en la manera más directa de ayudar, informar y orientar a todos aquellos que aún están preparando su particular aventura. Vamos con esta Ruta de 9 días en Islandia.

Hay que hacer mención especial a este lector, su diario de viaje es magnífico y no tenemos palabras para agradecer el esfuerzo de poner todas estas impresiones en papel.

DIA 1: Ruta de 9 días en Islandia – Avituallamiento  

Salida de Madrid el día 9 de Septiembre a las 07:55 de la mañana, con escala en Londres, llegada a Reykjavik a las 15:00 más o menos. Nosotros llevábamos el transfer al hotel contratado (no es necesario ya que en el propio aeropuerto lo puedes contratar en el momento). Cuando llegamos el tiempo no acompañaba mucho y tuvimos mucha lluvia durante esta primera tarde y el día siguiente.

Alojamiento

Nos alojamos en el Apartment K justo al lado de la calle Laugavegur, una de las más transitadas de la ciudad, con bares, tiendas, restaurantes y supermercados (buena elección). La primera tarde la pasamos comprando en el BONUS las provisiones para el resto del viaje y dando un paseo por las tiendas y bares. Por cierto, en la calle Laugavegur descubrimos el Lebowski que se convirtió en nuestro bar de referencia en Reykjavik.

DIA 2: Comienza el viaje. 

A las 08:00 de la mañana nos trajeron el coche de alquiler. Un Hyundai Tucson automático de Reykjavík Cars que sería nuestro cuarto compañero en el viaje. En principio habíamos pedido un Suzuki Gran Vitara, pero al ser de la misma categoría tampoco pusimos ninguna traba. Lo más sorprendente es que el coche no tenía matricula delantera. El chico de la agencia nos comentó que no había problema, que si nos paraba la policía ellos se hacían cargo de la multa…así que confiando en ellos cargamos todo y comenzamos la ruta del día, que nos iba a llevar a: Pingvellir, Geysir, Gulfoss y Skalhold.

Primera parada

La primera parada el parque natural de Pingvellir ya nos dejó asombrados. En principio era una parada no muy larga pero echamos prácticamente la mañana recorriéndolo. Hicimos el recorrido entero desde el Centro de visitantes hasta la cima de la falla de Almannogja. Aquí se puede apreciar bastante bien la unión de las placas tectónicas americana y euroasiática. De camino paramos en Logherg, en el rio Oxara y en la cascada Oxarafoss. Es un camino “largo” pero muy cómodo de realizar. Toda esta ruta la hicimos con un tiempo fresco pero sin lluvia…esa vendría luego.

Desde allí partimos hacia Geysir, pasando por Laugarvatn, un precioso lago termal y tuvimos el primer contacto con una de las cosas que nos acompañaron durante el viaje…el olor a azufre (no os asustéis, es, salvo en contadas ocasiones muy leve).

Geysir es un espectáculo maravilloso. La lluvia que por un lado nos atormentaba por otro lado hizo que viéramos el geiser prácticamente solos lo cual debe ser muy difícil. El geiser está prácticamente al pie de la carretera (con Gulfoss pasa igual), yo pensaba que habría que hacer una ruta para llegar. Lo “peor” es centro comercial que han plantado a escasos metros del sitio. He de decir que a nosotros nos vino bien para secarnos, pero no pega nada con el entorno.

Gulfoss

La última parada del día fue Gulfoss, puede que sea la cascada más impresionante de todas las que vimos. Es cierto que las condiciones climatologicas nos fastidiaron un poco, pero también es cierto que el ambiente creado por la lluvia y el viento hacen de Gulfoss un espectáculo estremecedor.

Desde Gulfoss cogimos la ruta 35 hasta Selfoss que es donde dormíamos esa noche, pasando antes por Skalhold (sede episcopal de Islandia desde la Edad Media hasta 1785). Es una preciosa iglesia que nos llamó mucho la atención por su estilo, aunque nos a lo largo del viaje veríamos muchas parecidas (incluso más bonitas).

De Selfoss poco que decir avituallamiento, bancos por si necesitas cambiar, dormir y nada más. Nos alojamos en el Selfoss B&B (un hostel normalito pero muy cómodo)

DIA 3:
de Selfoss a Vik

 
Salimos de Selfoss tempranito para ir sin agobios de tiempo, y pese a que la mañana amaneció lluviosa poco a poco el tiempo mejoró muchísimo y nos hizo un día esplendido. La primera parada fue en Seljalandfoss una preciosa cascada famosa porque se puede rodear por el interior. Es una experiencia muy chula si no te importa mojarte un poco. Si andas un poco por el camino llegas hasta otra cascada (no recuerdo el nombre). Es un sitio muy bonito, de nuevo al lado de la Ruta 1.
Lo siguiente que queríamos hacer era ir al Eyjafjallajökull, el famoso volcán que paralizó Europa en el 2010, pero nos dijeron que solo se podía ir con excursiones y ya habían salido, así que coche y a Skógafoss.

Skogafoss

Skogafoss es una cascada tremenda situada al lado de Skoga. Desde la playa que forma el rio puedes acercarte muchísimo a la caída de agua pero lo más peculiar es que puedes subir hasta su cumbre por unas escaleras situadas en la ladera (468 escalones) hasta un mirador. Desde arriba las vistas son tremendas, una autentica pasada. Ya arriba puedes seguir un sendero por el lateral cañón por el que discurre el rio y las vistas son impresionantes.
Desde Skogafoss nos fuimos a Solheimajokull, para llegar hay que coger una pista de tierra de unos 7 km que te lleva hasta una cefeteria. Desde allí hay dos rutas, una que va desde la playa hasta el glaciar y otra que va por el monte (puedes ir por una y volver por la otra). Muchas partes del glaciar son negras debido al polvo volcánico que se adhiere al hielo. Es una caminata de más o menos una hora (media de ida y media de vuelta más el rato que echas en el glaciar) que te lleva hasta los pies del glaciar.
Las ultimas parada antes de Vik fueron Dyrholaey (en castellano la Isla del Arco en la Colina) y Reynisfjora. La primera es una península que acaba en un gran acantilado que forma un arco sobre el agua. Para llegar aquí también tenemos dos opciones, desde la R1 nos desviamos a la 218, en esta pista nos encontramos dos rutas, una que te lleva a la playa y otra al faro.
Desde cualquiera de los dos puntos puedes llegar al otro andando. Nosotros optamos por ir a la playa, y mientras mis compis subían andando al faro yo subí con el coche por la otra ruta y las esperé allí, cosa que me agradecieron mucho… En la playa puedes ver la famosa cueva de Hálsanefshellir y las formaciones Reynisdrangar 3 gigantescas formaciones volcánicas situadas dentro del mar que desafían al oleaje.
Desde allí, nos fuimos a Reynisfjora una preciosa playa negra que acoge una formación de columnas de basalto que se asemejan mucho a un órgano de iglesia gigante. Decenas de columnas hexagonales surgen de la arena de forma imponente.
Este día hicimos noche en Vik, un pequeño pueblito muy tranquilo. Para cenar probamos la ballena. Dormimos en Guesthouse Galleri Vik, una preciosa casa de invitados regentada por una mujer muy amable (recomendable).

DIA 4: de Vik a Hofn 

El cuarto día amaneció con una granizada que nos dejó asombrados, visto el día que nos había hecho el día anterior no nos podíamos imaginar esto (aunque parece que en Islandia son muy comunes estos cambios de clima). En todo caso, la granizada duró muy poco y durante el día el tiempo fue despejándose quedándose uno de los mejores días del viaje.
Desde Vik tomamos la R1 hasta el desvío a Laki. Esta carretera solo es accesible para 4×4 y te lleva a tres sitios: el cañón de Fjadrargljufur, Fagrifoss (la cascada bonita) y el volcán Laki. La ruta hasta el cañón pese a ser para 4×4 es corta y bastante sencilla, pero el tramo hasta Fagrifoss es un poco más complicado, ya que hay que cruzar un rio un par de veces. Es cierto que no son muy grandes, pero impresionan un poco así de primeras.

Siguiendo la ruta

Nosotros no fuimos hasta el Laki, ya que nos dijeron que desde la cascada hay como una hora y media de camino, hay que cruzar ríos, y lo peor es que las previsiones del tiempo en el interior no anunciaban nada bueno… nuestra ración de aventura llegó hasta la cascada y preferimos no aventurarnos más. Por cierto, para mí Fagrifoss es una de las más bonitas de Islandia, el enclave donde se encuentra es una auténtica pasada y el camino para llegar a ella merece mucho la pena.

Rumbo Skatafell

De nuevo Ruta 1 y rumbo al parque nacional de Skatafell. Cuando llegas a este parque se te plantean dos posibles rutas a pie, una lleva hasta Svartifoss y la otra al glaciar Skaftfellsjokull. Para llegar a Svartifoss, hay que coger una ruta que sale a la izquierda del Centro de Visitantes y va subiendo por caminos montañosos. Svartifoss es una preciosa cascada situada entre rocas de basalto. Desde aquí parten otras muchas rutas, pero nuestro tiempo no daba para más y teníamos que ir al glaciar.

Excursiones de trekking

Antes de la ruta al glaciar pasamos a preguntar por las excursiones de trekking, una de nuestras compañeras de viaje decidió hacer el trekking, mientras otros nos fuimos al glaciar andando por nuestra cuenta. Debo deciros que si queréis hacer alguna excursión la contratéis en el lugar, nunca desde Reyjavik, en muchísimo más barato. La ruta hasta el glaciar es preciosa, el camino acaba en una espectacular playa de arena negra y si paseas por la playa hacia la izquierda hay un “camino” que te permite llegar hasta los pies del glaciar e incluso tocarlo.
La siguiente parada planificada era el Jokursalon, donde teníamos planeado hacer la navegación por el lago, pero después del trekking se nos fue la hora, así que pusimos camino al Hofn, con el propósito de deshacer el camino al dia siguiente.

Dia 4.5: Noche en Hofn 

Hago un pequeño capítulo sobre esta noche por qué pasó lo que no pensábamos que podía pasar y menos en Hofn…ver Auroras Boreales. Yo soy aficionado a la fotografía nocturna, y la verdad es que el viaje no se estaba dando muy bien para mi hobby, demasiadas nubes cubriendo el cielo hacían imposible salir a hacer fotos.
Pero esa noche animado por mi novia salimos a dar una vuelta. Imposible, ninguna localización me atraía lo mas mínimo, cuando de repente allí estaban. Primero una línea gris que fue creciendo, estirándose, cambiando de color hasta adoptar un alucinante color verde, más y más líneas verdes que serpenteaban por el cielo haciendo las delicias de todos los turistas, un espectáculo asombroso que te deja con la boca abierta. Hofn despierta sensaciones contradictorias, el peor hotel del viaje pero la mejor noche…

Dia 5: Jokursalon, Fiordos, Egilsstadir y mucho más… 

Para no variar madrugón y después del madrugón, coche y a deshacer los 70km más o menos que unen Hofn con el Jokursalon. Llegamos al lago prontito y la primera sorpresa… ¡focas!, justo al lado de donde salen los barcos había como una docena de focas dándose un bañito mañanero. Es una experiencia muy relajante verlas nadar, todos los turistas en un silencio casi absoluto viendo a estos animales mientras esperábamos la salida del barco anfibio. Después 40 minutos de navegación entre enormes trozos de glaciar de un precioso azul. Lo que más me impactó fue un dato: hace 80 años este lago no existía y ahora tiene una profundidad de ¡245 metros!

Camino de los fiordos

Desde aquí partimos hacia Eggilstadir por la carretera de los fiordos. Es una ruta espectacular, plagada de montañas, playas, acantilados, etc…hay un tramo de grava (parte de la R1) que acorta por entre las montañas que es una pasada. En este tramo estaba plagado de una planta llamada Artic Cottongrass (una especie de diente de león más algodonosa).
Llegamos a Eggilstadir pronto, dejamos los bártulos y para aprovechar la tarde nos fuimos a Seydisfjordur una pequeñísima población pesquera enclavada entre las montañas. Dicen que es la ciudad más bonita de Islandia y realmente es una preciosidad. Enclavada entre las montañas con numerosos saltos de agua esta localidad se ha convertido en un pequeño centro artístico. Preciosa su iglesia azul.

Eggilstadir

De vuelta a Eggilstadir decidimos hacer unos pocos más kilómetros (casi 150 entre ida y vuelta) para ver Borgarfjordur y la famosa roca donde vive de la reina de los elfos. El camino hasta el pueblo discurre entre montañas, nosotros lo hicimos al atardecer y las vistas son impresionantes, las montañas de tonos rosas junto con el cielo y el mar azules dibujan un paisaje de fantasía. Llegamos al pueblo, vimos una pequeña casa parecida a la de los hobbit, con césped por encima y la roca donde vive la reina…un poco decepcionante, pero bueno cada cual vive donde quiere.

Dia 6: Detifoss, Asbyrgi, Husavik, Godafoss, Myvatn 

Salimos rumbo a Detifoss a primera hora de la mañana. Decidimos hacer caso a los chicos de Islandia24 y fuimos por la ruta 864 y realmente creo que es un acierto. Las vistas son impresionantes y se puede apreciar la catarata en toda su magnitud, pero la cascada más bonita del vieja aún estaba por llegar. Asbirgy nos decepcionó un poquito, para apreciar su auténtica belleza es necesario hacer una ruta de casi dos horas y media (nos partia el dia), así que solo pudimos ver el cañon desde abajo (existe una ruta en coche), para nuestro planning del dia se nos iba el tiempo y al final fue un acierto no hacer el trekking.

Husavik

Comimos en Husavik, tras comprobar que los barcos para ver ballenas se nos habían escapado, en un restaurante que se llama Salka y que os recomiendo al 100%. Es un pelín caro (unos 25-30€ por persona) pero nos sorprendió gratísimamente que al pedir langostinos nos trajeran un plato muy bien surtido de colas de cigala a la plancha con salsa de ajo, que junto con el solomillo con salsa de champiñones fue un auténtico manjar.
Salimos de Husavik rumbo a Godafoss, y si, esta es sin duda mi cascada preferida de Islandia. Tal vez no sea la más grande, ni la más caudalosa, ni la más alta, pero el color del agua, la forma semicircular, las múltiples caídas de agua la hacen muy especial. También el nombre “La Cascada de los Dioses” y su historia/leyenda hacen mucho.
Después de esta maravilla la tarde aún nos sorprendería de forma muy agradable. Dado que no habíamos podido visitar Asbirgy y tampoco salir a ver ballenas decidimos adelantar cosas de Myvatn para esa tarde (Gran suerte, la tormenta de nieve se acercaba y no podíamos preverlo). Dejamos las cosas en nuestra cabañita al lado del lago y nos fuimos a ver las fallas que hay en la carretera de Grjótagjárvegur en el desvio a la 860 desde la R1. Allí pudimos ver unas cuevas que tienen aguas termales aunque está prohibido pasar y bañarse. También se ve perfectamente la unión de las placas tectónicas Americana y Eruoasiatica (mucho mejor que en Pingvellir), no es un sitio especialmente llamativo pero, si te paras a pensar donde te encuentras es impresionante, en ese lugar puedes “tener un pie en América y otro en Europa”

Hacia Myvatn

Desde allí volvemos a la R1 y la siguiente salida las piscinas termales de Myvatn…No sé muy bien cómo explicar la sensación que se tiene, realmente es algo que hay que vivir. Llegamos como a las 19:00 y nos debimos ir sobre las 21:15 (en invierno cierra a las 21:30) más o menos, con lo que vivimos todo el anochecer en la piscina. Ver cómo se va haciendo de noche, con el agua caliente, en silencio, es una sensación de relajación absoluta, una paz y un descanso que vienen muy bien después de varios días de rutas y coche. Para mí una de las experiencias más gratificantes del viaje. Blue Lagoon es más espectacular, pero estos baños, más íntimos, son una experiencia que no debe faltar en tu viaje a Islandia. Personalmente si tuviera que elegir cuales visitar, aconsejaría estas piscinas antes que el Blue Lagoon (luego hablaré sobre él).

Dia 7: La Gran Nevada del Norte 

Cuando nos levantamos por la mañana para comenzar el día y nos asomamos por la ventana vimos el espectáculo: nieve, mucha nieve. Debía de haber comenzado a nevar esa noche y ya no pararía hasta el día siguiente, yo calculo que más de 36 horas sin parar. Nuestra idea era que ni la lluvia ni la nieve nos impidiera ver lo que queríamos, pero durante el día vimos que era misión imposible.

Ruta de 9 días en Islandia

Salimos dispuestos a hacer la ruta que teníamos planificada, pero ya de primeras vimos que no iba a poder ser. El camino al volcán Krafla estaba muy complicado, imagino que con un poco más de atrevimiento hubiéramos podido llegar, pero decidimos evitar el riesgo. Así que nos fuimos a Dimmborgir, una de las localizaciones donde se ha grabado la serie de Juego de Tronos y que los islandeses consideran hogar de elfos y trolls.
Nos hicimos una ruta circular bajo la nieve y la ventisca de una duración próxima a la hora. Yo, que soy muy friki, me imaginaba que era un Guardia de la Noche explorando las tierras Mas Allá del Muro, y que de cualquier recoveco me iba a salir un Caminante (si no has visto Juego de Tronos…¡deberías hacerlo!). El lugar es un espectáculo y creo que caminarlo bajo la nieve le da un toque muy especial. Siempre he pensado que la mejor forma de conocer los sitios a los que viajo es en su época y con su clima característico, es cierto que es un engorro, pero la verdad es que me encanta.

Hverfell

Después nos fuimos al Hverfell que está muy cerca de Dimmborgir. El camino hasta el volcán estaba bastante nevado pero conseguimos llegar hasta el parking que está justo al pie del volcán. Una de nuestras amigas se hizo el camino hasta la cima, los demás decidimos quedarnos abajo haciendo jugando con la nieve, el camino hasta la cima estaba despejado, pero nevaba mucho y hacia muchísimo aire.
Desde aquí, con el coche nos hicimos todo el camino que rodea el lago y poco a poco nos dimos cuenta de que la tarde estaba perdida. Cada vez nevaba más y cada vez las carreteras estaban peor. Menos mal que el día anterior habíamos podido ir a los baños y a la falla, porque por hoy debíamos de recogernos.
Tarde en la cabaña conversando mientras fuera la tormenta arreciaba. Nos atrevimos a salir a cenar a un restaurante cercano, con los nervios de pensar en el día siguiente. Teníamos que llegar a Reykjavik…casi 500km de carretera con este tiempo y con una advertencia en Islandia24: “Tormenta en Islandia: Varias carreteras del norte cerradas esta noche (15 de Septiembre – 2013)”.

Día 8: Viaje a Reykjavik 

De nuevo madrugón, de nuevo vistazo por la ventana y de nuevo nieve, mucha nieve. Con el coche medio cubierto, nos fuimos a desayunar al hotel. Lo primero que hicimos fue hablar con la recepcionista para que nos indicara el estado de las carreteras. La carretera que rodeaba el lago estaba con nieve pero transitable, el tramo a Akureyki con hielo, pero transitable, lo peor de Varmahild a Blonduos esta carretera el día anterior estaba cerrada…de ahí en adelante despejado.
Desayunamos y salimos, con la firme idea de ir parando en cada una de las etapas y comprobar las carreteras, si veíamos problemas buscar alojamiento y quedarnos donde fuera. Por suerte no hizo falta, aunque hubo tramos complicados.

Estado de la carretera

El viaje pese a no ser excesivamente peligroso en ningún momento sí que fue tremendamente exigente y estresante (al menos para mí que conducía). Tuvimos la suerte de que en casi todas las carreteras complicadas encontrarnos con algo de tráfico en nuestra dirección que iba despejando la carretera, también maquinas quitanieves.
Los peores tramos fueron unos al salir de la zona de Myvatn hacia Akureyki y los primeros kilómetros de la carretera de Varmahild. Nieve, lluvia, niebla, viento huracanado y al irnos acercando a Reykjavik sol y el arco iris fueron nuestros compañeros de viaje. Tuvimos que dejar de hacer un par de cosas que teníamos en la agenda: el museo Saga en Bogarnes y la campos de lava de Deidartunghvar, pero personalmente estaba agotado del viaje. En todo caso y pese al clima fue un día sorprendente, lleno de increíbles paisajes nevados…

Dia 9: Blue Lagoon y dia en Reykjavik 

Este dia fuimos a visitar el Blue Lagoon y…es una pasada. Según National Geographic es uno de los 25 lugares más bellos del mundo y seguramente no ande desencaminado. Es una piscina termal a todo lujo, de agua salada lo que hace que la flotabilidad sea mucho mayor que en las de Myvatn. En todo caso y pese al lujo, creo que me gustó más la de Myvatn.
Blue Lagoon es hiperturistica, la gente está bebiendo en la piscina y a veces da la impresión de que estás en un resort del Caribe. A pesar de esto creo que es una visita obligada por la belleza de sus aguas y por las espectaculares instalaciones que dispone.

Reikiavik

Por la tarde visita a Reykjavik. Realmente la ciudad no tiene un gran encanto desde el punto de vista arquitectónico, salvo 3 o 4 edificios, pero da la sensación de ser una ciudad muy amigable. Tengo la sensación de que debe ser una ciudad de la que vas enamorando poco a poco, que tienes que vivirla, tratar con la gente, explorar…y eso es algo que por desgracia los turistas no podemos permitirnos casi nunca en este tipo de viajes. De todas formas personalmente la ciudad me gustó mucho.
Ya por la noche, pese a que nuestro autobús venía a las 4:00 a buscarnos. Y viendo que la noche estaba medio despejada decidí salir a hacer un par de fotografías nocturnas en dos localizaciones típicas de la ciudad.
Al día siguiente aviones a Londres y Madrid y la idea de regresar.
Muchísimas gracias por este diario de viaje, es el mejor que hemos recibido hasta ahora.
Gracias de corazón desde todos los que hacemos Islandia24
Javier
Islandia24